Se trata de un hombre de 63 años de nacionalidad búlgara que ejercía labores de vigilante de las obras y cuyo cadáver ha sido hallado calcinado.
Los bomberos del Ayuntamiento acudieron al lugar alertados por un vecino y en el interior de la garita, de diez metros cuadrados, encontraron los restos del hombre, así como algunos objetos y las paredes incendiadas.
La primera impresión es que el hombre pudo morir por asfixia y después su cuerpo se quemó, aunque el incendio fue de escasa importancia porque se extinguió solo.
Los efectivos del Samur certificaron la muerte del vigilante y tuvieron que atender al hermano de la víctima, que acudió al lugar y sufrió un ataque de nervios, según las fuentes.
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